¿Mal pensada?

Capítulo 9

Los siguientes tres días fueron de una tregua, aunque Amaranta se concentró en ordenar sus cosas que llegaron de España claro que con una bota ortopédica se le hacía un poco complicado, pero sus hermanos vinieron al rescate ayudándola y también le sirvió para ponerse al día con lo que habían hecho todos estos años, pero tranquilidad no duro mucho ya que el día Viernes a eso de las 5 de la tarde estaba en su cocina preparándose un sándwich cuando empezó a sentir ruidos o gemidos mejor dicho, se quedó escuchando para saber de donde provenían y quedo helada cuando supo de donde provenían de su vecino el Bestia.

-No me lo puedo creer mujer eres increíble.- se escuchaba la voz de Lucas muy eufórico.-No hay nadie como tú, me sorprendes mucho.

Seguramente estaba con su puta de turno, un aguijonazo de celos la recorrió, peor cuando recordó sus crueles palabras del otro día aplaco su estado su curiosidad pudo más y se acercó al balcón y de a poco se fue asomando hasta que quedo con vista hacia una habitación con una ventana pero lo que capto su mirada fue un fierro pegado a la pared similar al que usan las bailarinas de Ballet-Vaya parece que al doc. Le gusta el sexo duro- pensó con una sonrisa en los labios después escuchó mas gemidos.

-Dale cariño eres la mejor estas apunto.-decía el doc.- tú cariño eres la mejor.

-Si lo sé ya me lo dijiste pero eso no me quieta que esto aún duela a pesar que hace tiempo que empezamos a practicarlo.-decía una voz femenina muy agitada.-pero tienes razón soy la mejor.

Amaranta no creía lo que escuchaba parece que al doc. Definitivamente le gustaba el sexo duro. Ese pensamiento la hizo apretar las piernas el dolor que se le instalo en la parte baja, sus pechos se pusieron pesados y sus pezones se marcaron por más que intento no prestar atención a la forma que su cuerpo respondió con el pensamiento del doc. Disfrutando del sexo duro la puso caliente como el infierno, escucho voces que se acercaban al pasillo y  se apresuró a esconderse.

-Gracias doc. Esta sesión ha sido muy educativa no sé cómo podre agradecerte todo lo que haces por mí.

-No tienes nada que agradecer mujer eres increíble.

-Gracias me acompañas a la puerta no puedo sostenerme aún muy bien.

-Sí, claro.

Mientras se alejaba Amaranta decidió que ya había sido mucho, no podía dejar de sentir esa sensación de hormigueo en toda su piel, si bien era virgen no era una santa ni mucho menos en su habitación tenía a su fiel compañero el “señor verde”  un vibrador de dedo porque no era una mojigata ella se masturbaba muchas veces pensando en estrellas famosas de cine, pero siempre deseo un amante de carne y hueso, pero el miedo al rechazo que sufriría de parte de su amante le daba pánico, ya que las marcas que tenía en su cuerpo si bien las llevaba con orgullo la niña que tenía en el fondo de su alma las odiaba con todo su ser, por eso ella prefería un amante con pilas, porque no tenía que pasar por la vergüenza de ser vista como una persona con marcas. Cuando llego a su habitación tomo a su “señor verde” y su mente se puso en marcha…

­-¿Así que ha sido una mala paciente señorita Amaranta?-decía el doc. Mientras la miraba de los pies a la cabeza ella iba vestida con el camisón de hospital pero más corto que dejaba casi a la vista su trasero y con un escote que no escondía nada-.

-Si doc. muy mala –respondió mientras lo miraba el doc. Iba vestido con su pantalón verde pero con una polera blanca que le marcaba todos sus músculos perfectos.

-MMM me gustan mucho las niñas malas, pero más me gusta castigarlas.-dijo mientras le tomaba la cara entre las manos para darle un beso y meterle la lengua hasta la garganta-. Me encanta como sabes, pero como has sido una niña mala tienes que ser castigada.

-No haré lo que sea estoy a tus pies-dijo mientras se ponía de rodillas.-

-así me gusta de rodillas ahora hazme una mamada mujer

Amaranta desabrocho sus pantalones y cuando apareció ese enorme pene en sus manos no lo podía creer como poco media más de 27 cm regordeta eso nunca entraría en su vagina nunca era simplemente demasiado. Y cuando lo miro a los ojos y vio el destello de lujuria en ellos solo se dejó llevar la agarro con las dos manos y se lo llevo a la boca su sabor la hizo gemir y a él maldecir por lo bien que lo hacia lo empujo lo más profundo que podía tomar dentro de su garganta y cuando lo tenía al borde sintió que ella llegaba al límite con solo hacerle la mamada cuando de repente sintió un ruido extraño que la saco de su fantasía salió de la habitación en busca del sonido y lo que vio la dejo sin palabras el hombre que la tenía caliente como el infierno estaba entre su balcón y el de ella escuchando claramente lo que ella había estado haciendo hace menos de 5 minutos.

-¿Tu que estás haciendo allí?

-Nada solo sentí a una gata que gemía y quiere venir a ver si podía ayudarla.

-Yo te mato te lo juro maldito-camino lo más rápido que puedo pero cuando quizo agarrarlo él había desaparecido pero estaba colgando del balcón…..

-Ayúdame-dijo mientras la miraba con claro miedo en su voz.-

Amaranta lo miro y dijo:-Ni lo sueñes chulito…