lunes, 5 de mayo de 2014

Es mio!

Capítulo 39
Lucas nunca en su vida se había sentido tan desolado en su vida, busco a Amaranta por todos lados su madre le dijo los lugares donde podría encontrarla pero nada, trabajaba como un robot no comía bien y dormir tampoco lo hacía tan a menudo ya no sabía que más hacer la mujer de su vida había desaparecido y de eso ya son 3 meses.
Amaranta estaba en la tranquilidad de Isla negra un lugar que siempre había querido visitar pero que nunca por diferentes motivos no había podido, pero le hubiera gustado recorrerla con Lucas pero de todo corazón le deseaba lo mejor, ya hace 3 meses que arrendaba la misma cabaña sabia por su madre que Lucas la llamaba al menos 1 vez a la semana para preguntarle por ella, pero no se sentía lista para hablar con él aun todavía le dolía que la traicionara con Amaia, pero sabría que más temprano que tarde tendría que volver y enfrentarse a él pero por ahora no se sentía lista, se había acostumbrado a el ritmo de vida en la playa pero sabía que tenía que volver su madre quería verla ya tenía decidido que volvería la próxima semana Lucas tenía que saber una verdad que por más que quisiera no podría ocultarla para siempre.
El día no podía haber comenzado peor ya se había peleado con su asistente y ahora tendría que aguantar toda la tarde en su dpto. sólo con los recuerdos de los días felices que vivió junto a Amaranta, daría cualquier cosa por verla sólo una vez más y también tendría que aguantar las fiestas que organizaba Amaia ya que se había negado a dejar el dpto. de Amaranta, pero en fin a su dpto. no le haría ningún mal un buen aseo, bajando en distintos pensamientos llego a su dpto. y se pasó la mitad de la tarde, estaba en lo mejor cuando tocaron el timbre su corazón parecía que se le fuera a salir del pecho pensando que era Amaranta pero no, era la madre.
-Hola hijo.
-Hola señora Andrea, adelante
-Gracias, Lindo dpto.
-Gracias, le sirvo algo.
-Un vaso de agua.
-Altiro se lo traigo.
-Y ¿que la trae por aquí?
-Amaranta-.dijo.- sé dónde está esa hija mía.
-Dígamelo.
-Está en Isla Negra arrendando una cabaña, nos invitó a pasar el fin de semana ahí pero nosotros queremos que vuelva y para eso te sedemos en lugar para que la traigas devuelta.
-Claro que la traeré devuelta, si es necesario la traigo a lo cavernícola pero ella me va a escuchar.
-Lucha por ella hijo pero no la presiones porque se volverá a alejar de ti.
-No, señora no puedo dejarle escapar otra vez ella es mía y la quiero devuelta para siempre en mi vida.
- Bueno te dejo la dirección yo me voy mi marido y mis hijos no sobreviven 2 minutos sin mí.
-Muchas gracias no sé cómo pagarle esto.
-Trayéndome a mi niña devuelta.
-Eso se lo aseguro.
Cuando la madre de Amaranta se fue el corrió a su pieza a arreglar un bolso, no le daría el tiempo para volver a escapar antes de la noche estaría en su cabaña.
Amaranta recién había vuelto de la playa solía hacer esos paseos cuando ya caía el atardecer y volvía para preparar su cena y estaba tan absorta en su trabajo que no escucho cuando llamaron a la puerta, pensando que era su casera que venía por el dinero del mes llego y abrió pero no era su casera, era un Lucas muy enojado.
-¿Qué haces tú aquí?
-Hola bruja yo también me alegro de verte.
-Pues yo no así que vete.
-Oh no señor yo no me voy de aquí si no es contigo.-y fue durante ese forcejeo que el estómago de Amaranta quedo al descubierto, pero su intento por taparlo fue inútil.
-Oh mi dios!, ¿no pensabas decírmelo?!.-grito enojado Lucas-.
-Claro que sí pero este niño es mío.

-No cariño ese niño es nuestro y aunque sea lo último que haga en esta vida tu voleras a ser mía…   

viernes, 2 de mayo de 2014

Desaparecer!

Capítulo 38
Amaranta después de pensarlo muy bien decidió que esa misma noche saldaría las cuentas con Lucas y cuando estaba tocando su timbre escucho maldiciones amortiguadas de una ¿mujer? No, Lucas no podía volver a hacerle esto ¿cierto?, pero cuando se abrió la puerta sintió que su mundo y su corazón se dividían en partes iguales.
-Hola amiga.-dijo Amaia.
-¿Qué haces tú aquí?
-Yo bueno digamos que consolando a un amigo.
-Si mira tú que buena samaritana eres ahora ya no se necesitan tus servicios.
-Si ahora que ya me ocupo para canalizar toda la pena que sentía te lo dejo en tus manos…ah por cierto ahora sé por qué no quieres compartirlo ese hombre es una fiera en la cama.- dicho esto se marchó con una sonrisa en su cara.-
Amaranta no podía creer que Lucas ni siquiera le haya dado el beneficio de la duda y lo que vio la dejo sin aire ahí en la cama toda revuelta estaba Lucas completamente desnudo si quería más confirmación de lo que decía Amaia ahí tenía la prueba lagrimas silenciosas caían por sus mejillas al mirarlo ni pensar que la noche anterior fue ella quien ocupaba esa cama junto a él, y ahora él la había compartido con otra a pesar de lo que le conto sobre Amaia el igual había engañado esa confianza y ella había logrado lo que quería, pero esta era la última vez si el amor no era para ella entonces no había nada más que decir hoy mismo desaparecería de la vida de todos al igual que hace 6 años pero antes que nada tenía que decirle a Lucas que todo lo que había visto había sido producto de las maquinaciones de su jefe pero no le daría el gusto de que negara lo que sus ojos habían visto así que prefirió dejarle una carta y con eso desapareció de su vida.
Lucas despertó con el sol dándole en la cara y con la cabeza como un bombo por el exceso de alcohol de la noche anterior y cuando se movió se encontró en su cama desnudo aunque no recordaba haber llegado ahí pero empezó a recordar y lo último que recordaba era la cara de Amaranta cuando la dejo en ese maldito ascensor hoy decidió tenía que buscarla y pedirle perdón arrastrarse si era necesario cuando se levantó salió volando un papel y cuando comenzó a leerlo sintió que comenzaba a faltarle el aire.
                Lucas:
Nunca pensé que volvería a pasar por lo mismo otra vez pero al parecer el amor no quiere nada conmigo y no lo obligare a nada, contigo pase los mejores meses y fuiste lo más lindo que me paso en la vida y te deseo lo mejor del mundo junto a Amaia yo desapareceré de tu vida e intentare arrancarte de mis pensamientos y de mi corazón no será fácil pero cuando se pierde la confianza en la pareja es mejor desistir tú ayer no confiaste en mí y cuando llegue a explicarte que todo fue un mal entendido tú ya habías tomado la decisión de sacarme de tú vida sin ni siquiera darme el beneficio de la duda y te metiste con la primera mujer que se cruzó en tu camino y esa mujer era una “amiga” que ya antes me había traicionado nunca me lo espere de ti después de todo lo que te conté, pero yo no soy quien para condenarte te quiero y te deseo lo mejor del mundo siempre tendrás un lugar privilegiado en mi corazón pero solo te pediré un favor no me busques más sigue con tu vida como yo intentare continuar con la mía
 Un beso, hasta siempre
Amaranta.  
Lucas lloraba en silencio no podía ser que su mujer haya creído que se acostó con Amaia, pero no podía echarle la culpa él primeramente no le había dado la oportunidad de explicarse pero los celos fueron más fuertes. Levantándose se ducho para borrar el olor a trago y fue al dpto. de Amaranta pero no fue ella quien le abrió sino su “amiga”.
-Buenos días guapo.
-Ahórrate las molestias ¿Dónde está Amaranta?
-Pues anoche después de encontrarnos en la cama y echarme de tu dpto. volvió por una maleta y se fue pero no sé a dónde.
-¿Cómo no sabes a dónde fue? Y yo no me acosté contigo de eso estoy muy seguro.
-Bueno jamás me habían olvidado tan rápido, ahora sé porque mi amiga te cuidaba tan bien eres un monstruo en la cama.
-¿Así? Y dime una cosa si tú dices que te acostaste conmigo permíteme hacerte una pregunta ¿De qué tamaño es mi pene?.-dijo si no le acertaba había alguien con peligro de morir.
-Bueno es bastante normalito para un chilenito pero después de Nicolás….bueno tú me entiendes.
-Lo sabía eres una puta despreciable no te basto hacerle daño durante los 6 años que vivió contigo en España y despojarla de la poca autoestima que le quedaba y ahora vuelves a hacerle daño pero permite decirte una cosa yo jamás me acostaría con una mujer como tú porque primero que nada no eres ni la mitad de mujer que ella y me calienta menos que sol de invierno….
-Pero igual te acostaste conmigo.-dijo interrumpiéndolo
-No yo no me acosté contigo porque mi pene “cariño” no es normalito si me hubiera acostado contigo no te habrías podido sentar en una semana puta ahora dime donde esta Amaranta.
-No lo sé pero a mí no me vengas a gritar tú solito la echaste de tu lado ahora tengo cosas que hacer.- dijo mientras le cerraba la puerta en  la cara.-
Lucas tenía muy claro si iba donde sus padres lo más seguro era que lo hacharan antes de poder verla, pero en el amor y en la guerra todo vale, así que se encamino a la casa de los Martínez, pero al asomarse por el pasaje no vio el auto sus esperanzas se desvanecieron y todo quedó confirmado cuando hablo con la mamá de Amaranta.
-Pues no mi niño ella llamo hoy en la mañana diciendo que su jefe la había enviado a Argentina por una campaña y no dijo cuándo volvería quizás después de algunos meses.
-¿Argentina? No me lo puedo creer.
-Yo pensé que tú lo sabias.
-Bueno parece que su hija se olvidó de decírmelo pero gracias señora.
-No dejes de luchar por ella mi niño nunca la había visto tan enamorada no hagas que se repita la historia.
-Se lo prometo.

Pero ese día fue también a la agencia solo para enterarse de que ella había dimitido, paso todo el día buscándola por todas partes, pero fiel a su palabra ella desapareció de su vida…