miércoles, 29 de abril de 2015

¿Tranquilidad?

Capítulo 42
Amaranta decidió no tomar en cuenta que ahora José también se había dado cuenta de que estaba embarazada pero sobretodo que fuera tanta la casualidad de él visitando el mismo lugar donde se encontraba, pero bueno sólo es una coincidencia.
-          ¿Amor?
-          Dime es que estaba pensando en nuestro bebe.- dijo mintiendo a Lucas-. Pensaba si será una nena hermosa como yo o un pequeño hombrecito igual a su padre.
-          Por mí mientras nazca sano me da igual pero me gustaría que fuera una nena con el hermoso cabello de su madre.- dijo mientras le daba un piquito-. Ahora vamos por nuestro desayuno mira que tú me hiciste gastar todas las energías que me quedaban.
-          ¿¡Yo!? Con que cara Lucas mejor vamos a desayunar porque tú hijo tiene hambre-. Dijo mientras caminaba otra vez a la cocina con Lucas siguiendo sus pasos-.
José sabía que fue una suerte escuchar a la mamá de Amaranta hablar con el imbécil del doctor para informarle donde se encontraba ella, sólo que demoro un poco más en llegar ya que con una “familia” o mejor dicho sus hijos no podía dejarlos así sin más ya que con Francisca desde hace años que la pasión se había enfriado y lo que había sido una linda historia de dos personas enamoradas que nunca se lograron olvidar termino siendo lo que es ahora un matrimonio sólo de apariencia ya que por más que intento olvidar ese error que lo alejo de la mujer que amaba casándose con Francisca sólo logro una vida miserable a su lado lo único bueno fueron sus hijos, ahora que Amaranta volvió se la jugaría por ella y le demostraría que para él no existe nadie más que ella en su vida por muy embarazada que este de ese doctor ese pequeño “error” no lo alejaría de ella otra vez.
-          Al fin pensé que habías ido al puerto a buscar el condenado número.- Dijo Francisca-.
-          Es que no sabes con quien me encontré aquí el mundo es demasiado pequeño.
-          ¿Así y quien puede ser esa misteriosa persona?-. Dijo con sorna-.
-          Amaranta.- Dijo retándola con la vista a que dijera algo en su contra-.
-          Oh! Mira tú que coincidencia, no sé porque pero no te creo nada José por eso la invitación tan sorpresiva no es cierto sabias que ella estaba aquí.
-          No mi vida te lo juro además no hagas un show delante de nuestro hijos.- dijo mientras veía con amor a sus pequeños-.
-          Si como sea pero supongo que ¿ella no está sola o me equivoco?, porque mi vida si yo tuviera a un hombre como Lucas a mi lado no le dejaría ni ir al baño solo.
-          No seas ridícula y si esta con ese medicucho de cuarta, ahora podemos entrar y preparar el desayuno.
-          Claro “Mi vida”-. Dijo con burla mientras pensaba como iba a mantener a su marido alejado de esa perra que siempre en la vida ha tenido lo mejor.
Después de terminar el desayuno Lucas le pregunto a Amaranta si quería salir a dar una vuelta o ver una película ya que aún estaba un poco débil Amaranta prefirió ver una película y como siempre la elegida fue Pearl Harbor la cual como siempre la hizo llorar como una niña pequeña con una final tan trágico.
-          Amor que te gustaría para almorzar ya que no creo que la comida llegue caída del cielo así que cocinare yo.
-          Mmmmm me gusta pero yo te ayudare eso si nada de mariscos nunca me han gustado y ahora que a nuestro poroto tampoco con solo verlo me da asquito.- dijo con cara de niña malcriada-.
-          Cariño podrías hacer un esfuerzo de comer mariscos ya que como médico te digo que no hay nada mejor para nuestro hijo, pero bueno se ve que desde pequeño sacara tu temperamento y tus mañas respecto a la comida
-          A lo mejor seremos mañosos señor Almeyda pero igual nos amas.- dijo mientras le daba un apasionado beso-.
-          Cierto pequeña ustedes son mi vida, ahora vamos por comida para ustedes mis amores.
Lahora vamos por comida para   ya que mis amores.
pero bueno se ve que desde pequeño sacara tu estro poroto tampoco con solo verDespués de ver que le faltaban algunos alimentos indispensables para hacer algo decente de almuerzo prefirieron ir a un restorán que quedaba cerca de la bahía, ya habían pedido cuando un bullicio proveniente de la entrada les llamo la atención eran dos niños que peleaban mientras sus padres intentaban separarlos cuando Amaranta se fijó en uno de los niños no tuvo que mirar a los padres para saber que eran José y Francisca.
-          Vaya miren que sorpresa.- dijo con fingida sorpresa Francisca-. Amaranta tanto tiempo.
-          Francisca que sorpresa.- dijo solo por educación-.
-          Mírate sigues igual que siempre.- dijo mirándola con desprecio-. Te presento a mis hijos.
-          Si ya conozco al mayor Diego no es así bonito.- dijo mirando al mayor de los hijos de ellos-.
-          Buenas Tardes.- dijo Lucas interrumpiendo la escena-. 
-          Hola disculpa mi falta de modales soy Francisca la señora de José somos amigos de la infancia de Amaranta.
-          Hola mi nombre es Lucas y soy el novio de Amaranta.
-          Mírate como una mujer como tú logro atrapar a un bombonazo como este.
-          Lo mejor sería de como yo logre atrapar a una maravillosa mujer como ella.- dijo mirándola con adoración y amor-.
-          Perdón, Francisca niños vamos a nuestra mesa que disfruten su almuerzo.- dijo José cuando se percató que Francisca estaba a punto de hacer uno de sus shows. 
-          Gracias los invitaríamos a compartir nuestra mesa pero ya nos retiramos.- dijo Lucas con una fingida cortesía y levantándose de su asiento-. Ahora si nos disculpan nosotros nos retiramos amor.
-          Claro que pasen buena tarde.- dijo Francisca pero cuando Amaranta se levantó lo que vieron sus ojos no lo podía creer-. Amaranta ¿estas embarazada?
-          Oh si ya tengo varias semanas.- dijo poniendo protectoramente las manos en su vientre-.
-          Oh felicidades a ambos
-          Gracias ahora si no les importa nosotros nos retiramos.
Cuando abandonaron el restorán el ánimo de Lucas no era el mejor pero sabía que Amaranta no tenía la culpa, pero ese hombre y su mujer lograban sacar la peor parte de él ya que entre los dos hacían que su bruja volviera a revivir todo lo que vivió en su juventud pero ahora no estaba sola ahora él estaba a su lado para darle el apoyo que nadie le brindo para que su autoestima no se viera afectada.
-          Cariño ¿pasa algo? .- dijo Amaranta-.
-          No amor solo que me parece muy extraño que justo ahora todos hayan llegado al mismo lugar.
-          Cariño hagamos algo solo enfoquémoslo en nosotros 3 ahora las horas que nos quedan aquí que sean tranquilos para nosotros, para disfrutarnos.- dijo mientras le iba besando-. Amarnos sin que nadie nos moleste ¿sí?.
-          Bueno cariño yo no sé cómo lo haces pero siempre me dices las palabras exactas para calmarme.
-          Porque simplemente te amo

-          Y yo a ti. 

lunes, 4 de agosto de 2014

Visitas Inesperadas!

Capítulo 41
Después de que a Amaranta le dieran el visto bueno para irse a casa Lucas le pregunto si tenía lo necesario en la casa para hacer comida decente, a lo que ella le dijo que solo le faltaban algunas verduras, Lucas compro comida para un batallón había hablado con el doctor y le dijo que no estaría mal que la madre se alimentara un poco más y mejor de lo que ya estaba comiendo, cuando llegaron a casa él le dijo que se fuera a acostar y que le dejara cocinar algo para mimar a sus dos amores.
-Bueno pero será mejor que no se te haga una costumbre Lucas Almeida porque si no me volveré una malcriada y tu hijo igual.
-Me da igual siempre y cuando te tenga a mi lado seré feliz.
-Yo igual pero a este ritmo terminare hecha una bola.
-Pero serás una bola muy querida mi vida- Lucas supo en el mismo instante que las palabras salieron de su boca que no habían sido las correctas ya que un almohadón paso muy cerca de su cabeza.- Pero amor solo digo la verdad, tu eres la luz de mis días y siempre lo serás.
-Sí y tú eres mi doctorcito preferido todo mío y solo mío,  pero no me gusta saber que volveré a estar gorda otra vez.
-No serás gorda estarás llena con mi hijo y porque si mal no recuerdo la hormonas de tu cuerpo no hacen más que aumentar un apetito que solo yo puedo satisfacer y también el que le vayas a dar de mamar a nuestro hijo tus pechos se volverán más grandes y creo que no querré compartirte con mi hijo.
-Lucas que palabras más lindas pero si ahora mismo no paras de hablar opción 1 me harás llorar otra vez y opción 2 te hare el amor aquí mismo.-dijo muy picara había echado tanto de menos a su potro que una cabalgada era justo lo que necesitaba.-   
-Mmmm en ese caso voto por la opción número 2, pero primero te daré de comer.
-Sí, porque por dios que este angelito me pide comida.- dijo mientras se volvía a la bandeja que Lucas le había traído-. Por cierto la señora de la cabaña me dijo que en la cabaña vecina mañana llegara una familia a pasar el fin de semana así que no estaremos tan solos como quisiéramos.
-Sí pero igual está bien alejada de nosotros.
-Sí, pero yo quería usar el jacuzzi que está en el patio contigo y con personas y más si hay niños cerca no podremos.-dijo con un puchero-. Pero ¿sabes dónde me encantaría hacer el amor contigo?.
-Ilumíname.- dijo con toda la seriedad que pudo-.
-En frente de la chimenea en una noche donde la lluvia sea nuestra única compañía, donde sólo nuestros cuerpos hablen del amor que nos tenemos.- dijo mientras apartaba la bandeja y comenzaba con los botones de la camisa de él-. Pero primero tengo una pregunta, ¿Quién te  dijo dónde estaba?.
Lucas que estaba tan embrujado por lo que decían sus palabras que logro un tanto en reaccionar y soltar una risotada solo a su bruja se le ocurriría hacer una pregunta así en estos momentos.
                -Fácil tú madre.
                -No me lo puedo creer, nunca más volveré a confiar en ella.
-Bruja no puedes hacer eso tú madre te quiere y quiere lo mejor para ti y también yo le suplique muchas veces que si sabía algo que me dijera dónde te encontrabas porque sabía que sin ti mi vida no tenía sentido.
-Oh cariño la mía tampoco.- dijo mientras le acariciaba el rostro que tanto amaba-. Pero entiende que Amaia nos tendío a ambos una trampa y yo creía que habías cedido ante su hechizo.
-No mi vida porque bajo el único hechizo que he caído fue el que me lanzo una bruja de cabellos negros.-dijo mientras unía sus labios con los de su brujita-.
-¿Por qué supongo que con Amia no pasó nada?
-No mi vida porque apenas me toco caí rendido pero de un sueño por culpa de los tragos que me había tomado intentando ahogar mi pena de ver a mi amada con el estúpido de su jefe.
-Lucas desde ahora en adelante no pienso arrancar de los problemas y espero que tú tampoco.
-Te lo prometo desde ahora en adelante seamos sinceros el uno con el otro.
Sellando su acuerdo Amaranta se dedicó a terminar su labor con la camisa de Lucas mientras volvía al ataque con la blusa que llevaba Amaranta, cuando llego al sostén lo desabrocho muy despacio dándose cuenta que el embarazo ya había empezado a cambiar los pechos de su mujer para prepararlos para su hijo, siguió descendiendo hasta que llego al vientre donde se arrodillo y lo lleno de besos, si esa noche había logrado que su mujer lo dejara entrar otra vez en su vida por dios que aprovecharía esa oportunidad y esa noche fue la elegida para una épica reconciliación entre los amantes.
A la mañana siguiente Lucas fue el primero en despertar, miro a su mujer quien estaba con el cabello esparcido por toda la cara y la almohada pero más bella que nunca con su vientre lleno cuando sin mediar palabra se levantó corriendo al baño, Lucas la siguió
-Cariño, ¿estás bien?
-¿Te parece que estoy bien Lucas?
-Dime en que te puedo ayudar.
-En nada esto es lo que me hace tú hijo cada mañana, así que nada puede hacer.
-¿Ahora es mi hijo ya no es nuestro?  
-Solo cuando me hace despertarme así será tu hijo.- dijo mientras reía y salía del baño-. Ah   y cuando se porte mal en el colegio también será tú hijo.
-No siempre será nuestro.- dijo mientras le daba un beso en el pelo-. Porque mientras te duchas yo te preparo el desayuno.
-Mmm por eso te amo.
-Yo igual te amo mi vida.
Cuando Amaranta termino su ducha estaba terminando de vestirse para ir a tomar desayuno con Lucas cuando sonó el timbre de la puerta, como ya le habían informado que llegarían nuevos huéspedes por el fin de semana pensó que serían ellos pero no contaba con que se encontraría de nuevo con él.
                -José, ¿qué haces tú aquí?
-¿Lo mismo podría preguntarte yo ti?, no me digas que ya abandonaste a ese doctorcito de poca monta.-dijo mientras la miraba de pies a cabeza demorándose en su vientre que cubrió protectoramente-.
-Pues claro que no y ahora contesta.
-Fácil vine con mi familia a pasar unos días me recomendaron por aquí porque es de lo más tranquilo y quería ver si tienes el número de la dueña ya que no hay agua en la cabaña.
-Claro espera.
Mientras Amaranta iba en busca del número Lucas salió de la cocina sin polera y con jean y se congelo cuando vio a ese imbécil parado en la puerta.
-¿Qué demonios haces tú aquí?
-¿Que te importa a ti doctorcito?
-No te quiero cerca de mi mujer imbécil.
-No sabía que se hubieran casado, pero no te preocupes porque esa barriga que tiene me tinca que no es aire lo que la llena.- dijo con sorna-.
-Exacto ella es mía, mi mujer de la cual no te quiero cerca, ¿me explico?
-Con toda claridad.- aunque con sus ojos le decía una cosa completamente distinta-.
-Aquí está el número, ah Lucas él solo venia por el número de la dueña de la cabaña ellos son los nuevos huéspedes.
-Si ya me lo había dicho.- dijo mientras tomaba a Amaranta por la cintura con gesto posesivo-.

-Bien yo me voy buenos días.-dijo mientras salía con una sonrisa en la cara había encontrado el nidito de amor el fin de semana no podía empezar de mejor manera aunque ese pequeño bastardo que esperaba Amaranta era un estorbo en el camino...

lunes, 2 de junio de 2014

Bebe de la unión

Capítulo 40
Lucas no podía creer lo que veían sus ojos, ahí estaba su bruja la mujer que amaba, la que había buscado hasta volverse loco, sana y salva y…. embarazada nada lo había preparado para la sorpresa de enterarse de esa manera de que iba a ser padre, pero definitivamente era la mejor noticia del mundo.
-¿Puedo hablar contigo?, ¿por favor?
-Lucas yo no tengo nada que decirte y tampoco quiero escucharte déjame seguir con mi vida, ya te avisare yo cuando nazca él bebe pero por favor márchate.
-No puedo Amaranta llevo meses buscándote por todos lados, no como, no duermo mi vida no tiene sentido si tú maldita sea no estás en ella.
-Lucas solo márchate en estos minutos no pued…..-sus palabras murieron cuando se desvaneció en los brazos de Lucas.
-Amaranta!-grito desesperado.-Responde cariño.
No lo dudo dos veces y la tomo en brazos y la subió a su auto a una persona que estaba barriendo la calle le pregunto donde se encontraba el hospital más cercano y en menos de 5 minutos se encontraba Amaranta en una camilla siendo atendida por un ginecólogo.
-Bueno señor Almeida no hay nada de qué preocuparse sólo fue una descompensación debido a que ha tenido mucho vomito.
-¿Y eso no hay manera de evitarlo? 
-Primerizos –rio por lo bajo el doctor- bueno aún no hay una cura pero lo más seguro es que se le pase después de los primeros 4 o 5 meses, y su esposa recién esta en los 3 meses y medio, pero para asegurarnos de que tanto ella como él bebe están bien le haremos una transvaginal.
- ¿una qué?.-Lucas tenía la cabeza en Amaranta que apenas escuchaba al doctor-.   
-Es como una ecografía pero esta vez la cámara va por un tubo que se introduce a través de la vagina.
-Y eso no es doloroso para mi mujer o malo para mi hijo.
-No.- dijo el doctor ya exasperándose un poco, si bien Lucas era medico se había concentrado tanto en su propia carrera que los avances de sus colegas no sabía nada-.
Amaranta se despertó y supo que no estaba en la apacible cabaña que se había convertido en su hogar.
-Al fin-dijo la voz que tanto se había empeñado en olvidar-.
-¿Qué me paso?, ¿Dónde estoy?
-Te desmayaste debido a que estabas un poco deshidratada a causa de los vómitos, ¿porque no me buscaste?
-Lucas no empieces.
-Bueno después hablaremos largo y tendido sobre todo esto….ah te van a hacer una transvaginal para monitorear al niño.
-Oh ¿enserio?, ¿podre conocer a mi bebe?
-Si cariño podremos conocer a “nuestro” bebe.- dijo un poco enojado, pero al ver cómo le brillaban los ojos a Amaranta al saber que conocería al bebe de ambos todo el enojo se esfumaba.
-Si mi doctor dijo que era mejor hacerme la ecografía a los 4 meses, pero que alegría al fin verlo.-dijo mientras las lágrimas amenazaban con dar rienda suelta….otra vez.-
-Así que si has visto a un doctor, ¿Por qué no me lo dijiste Amaranta?
-Pues claro que sí la salud de mi bebe es lo primordial, y te lo iba a decir pero solo cuando estuviera por nacer.
-¿No me querías a tu lado? Tanto fue el daño que no me puedes perdonar, aunque yo no haya hecho nada.
-Lucas no es momento de hablar si quieres después de que salgamos de aquí puedes desahogarte pero no esperes que te perdone fácilmente.-dijo mirándolo a los ojos viendo en ellos dolor y amor, pero tenía miedo de volver a confiar en él-.
Justo en ese momento entro el doctor y le informo que le iban a tomar una transvaginal para ver el estado del bebe, ese bebe que le había devuelto las ganas de vivir era su razón de vivir aunque no lo quisiera admitir el hombre que estaba al lado de ella y que en ese minuto le tomaba la mano era su otra razón para vivir por mucho que lo negara.
                -Bueno ahora veamos cómo esta esté pequeñín o pequeñina.
En ese minuto en la habitación se llenó del sonido más maravilloso del mundo los latinos a todo ritmo de su pequeño.
-Ahí está su poroto señores.-dijo el doctor-. Veamos tomemos las medidas de rigor.
Lucas miraba embobado la pantalla donde se movía su pequeño o como bien dijo el doctor su pequeñita, parecía que estuviera jugando un partido de fútbol dentro del vientre de su madre la mujer que amaba con toda su alma.
-Bueno sus medidas están de acorde a su tiempo de gestación y aún es muy pronto para saber el sexo del bebe y con lo que se mueve este pequeñín pareciera que estuviera jugando un partido de fútbol dentro de su madre.- rio el doctor.- bueno ahora despídanse del bebe.
-Adiós cariño.- dijo Lucas-.
-Adiós mi tesoro-. Dijo Amaranta con las lágrimas corriendo libremente por sus ojos-.
-Bueno los dejare un rato solos y tomen-. Dijo dándole unas pequeñas fotos del bebe y saliendo de la sala-.
-Es hermoso-. Dijo Lucas pasando su mano por la ecografía-. Y es nuestro te juro por mi vida que si me das una nueva oportunidad no los voy a traicionar.-dijo con lágrimas en los ojos.- ¿por favor?.
-Yo…Lucas no sé si puedo volver a confiar en ti.
-Danos una oportunidad amor te lo suplico yo quiero ser parte de la vida de mi hijo y de la tuya también cariño, yo te amo.

-Lucas….oh Lucas yo también te amo.- dijo Amaranta, Lucas no lo pensó dos veces y unió sus labios a los de la mujer que amaba y que tanto había añorado y ahora estaba de vuelta en su vida y con su hijo en el vientre la vida no podía ser mas bella…

lunes, 5 de mayo de 2014

Es mio!

Capítulo 39
Lucas nunca en su vida se había sentido tan desolado en su vida, busco a Amaranta por todos lados su madre le dijo los lugares donde podría encontrarla pero nada, trabajaba como un robot no comía bien y dormir tampoco lo hacía tan a menudo ya no sabía que más hacer la mujer de su vida había desaparecido y de eso ya son 3 meses.
Amaranta estaba en la tranquilidad de Isla negra un lugar que siempre había querido visitar pero que nunca por diferentes motivos no había podido, pero le hubiera gustado recorrerla con Lucas pero de todo corazón le deseaba lo mejor, ya hace 3 meses que arrendaba la misma cabaña sabia por su madre que Lucas la llamaba al menos 1 vez a la semana para preguntarle por ella, pero no se sentía lista para hablar con él aun todavía le dolía que la traicionara con Amaia, pero sabría que más temprano que tarde tendría que volver y enfrentarse a él pero por ahora no se sentía lista, se había acostumbrado a el ritmo de vida en la playa pero sabía que tenía que volver su madre quería verla ya tenía decidido que volvería la próxima semana Lucas tenía que saber una verdad que por más que quisiera no podría ocultarla para siempre.
El día no podía haber comenzado peor ya se había peleado con su asistente y ahora tendría que aguantar toda la tarde en su dpto. sólo con los recuerdos de los días felices que vivió junto a Amaranta, daría cualquier cosa por verla sólo una vez más y también tendría que aguantar las fiestas que organizaba Amaia ya que se había negado a dejar el dpto. de Amaranta, pero en fin a su dpto. no le haría ningún mal un buen aseo, bajando en distintos pensamientos llego a su dpto. y se pasó la mitad de la tarde, estaba en lo mejor cuando tocaron el timbre su corazón parecía que se le fuera a salir del pecho pensando que era Amaranta pero no, era la madre.
-Hola hijo.
-Hola señora Andrea, adelante
-Gracias, Lindo dpto.
-Gracias, le sirvo algo.
-Un vaso de agua.
-Altiro se lo traigo.
-Y ¿que la trae por aquí?
-Amaranta-.dijo.- sé dónde está esa hija mía.
-Dígamelo.
-Está en Isla Negra arrendando una cabaña, nos invitó a pasar el fin de semana ahí pero nosotros queremos que vuelva y para eso te sedemos en lugar para que la traigas devuelta.
-Claro que la traeré devuelta, si es necesario la traigo a lo cavernícola pero ella me va a escuchar.
-Lucha por ella hijo pero no la presiones porque se volverá a alejar de ti.
-No, señora no puedo dejarle escapar otra vez ella es mía y la quiero devuelta para siempre en mi vida.
- Bueno te dejo la dirección yo me voy mi marido y mis hijos no sobreviven 2 minutos sin mí.
-Muchas gracias no sé cómo pagarle esto.
-Trayéndome a mi niña devuelta.
-Eso se lo aseguro.
Cuando la madre de Amaranta se fue el corrió a su pieza a arreglar un bolso, no le daría el tiempo para volver a escapar antes de la noche estaría en su cabaña.
Amaranta recién había vuelto de la playa solía hacer esos paseos cuando ya caía el atardecer y volvía para preparar su cena y estaba tan absorta en su trabajo que no escucho cuando llamaron a la puerta, pensando que era su casera que venía por el dinero del mes llego y abrió pero no era su casera, era un Lucas muy enojado.
-¿Qué haces tú aquí?
-Hola bruja yo también me alegro de verte.
-Pues yo no así que vete.
-Oh no señor yo no me voy de aquí si no es contigo.-y fue durante ese forcejeo que el estómago de Amaranta quedo al descubierto, pero su intento por taparlo fue inútil.
-Oh mi dios!, ¿no pensabas decírmelo?!.-grito enojado Lucas-.
-Claro que sí pero este niño es mío.

-No cariño ese niño es nuestro y aunque sea lo último que haga en esta vida tu voleras a ser mía…   

viernes, 2 de mayo de 2014

Desaparecer!

Capítulo 38
Amaranta después de pensarlo muy bien decidió que esa misma noche saldaría las cuentas con Lucas y cuando estaba tocando su timbre escucho maldiciones amortiguadas de una ¿mujer? No, Lucas no podía volver a hacerle esto ¿cierto?, pero cuando se abrió la puerta sintió que su mundo y su corazón se dividían en partes iguales.
-Hola amiga.-dijo Amaia.
-¿Qué haces tú aquí?
-Yo bueno digamos que consolando a un amigo.
-Si mira tú que buena samaritana eres ahora ya no se necesitan tus servicios.
-Si ahora que ya me ocupo para canalizar toda la pena que sentía te lo dejo en tus manos…ah por cierto ahora sé por qué no quieres compartirlo ese hombre es una fiera en la cama.- dicho esto se marchó con una sonrisa en su cara.-
Amaranta no podía creer que Lucas ni siquiera le haya dado el beneficio de la duda y lo que vio la dejo sin aire ahí en la cama toda revuelta estaba Lucas completamente desnudo si quería más confirmación de lo que decía Amaia ahí tenía la prueba lagrimas silenciosas caían por sus mejillas al mirarlo ni pensar que la noche anterior fue ella quien ocupaba esa cama junto a él, y ahora él la había compartido con otra a pesar de lo que le conto sobre Amaia el igual había engañado esa confianza y ella había logrado lo que quería, pero esta era la última vez si el amor no era para ella entonces no había nada más que decir hoy mismo desaparecería de la vida de todos al igual que hace 6 años pero antes que nada tenía que decirle a Lucas que todo lo que había visto había sido producto de las maquinaciones de su jefe pero no le daría el gusto de que negara lo que sus ojos habían visto así que prefirió dejarle una carta y con eso desapareció de su vida.
Lucas despertó con el sol dándole en la cara y con la cabeza como un bombo por el exceso de alcohol de la noche anterior y cuando se movió se encontró en su cama desnudo aunque no recordaba haber llegado ahí pero empezó a recordar y lo último que recordaba era la cara de Amaranta cuando la dejo en ese maldito ascensor hoy decidió tenía que buscarla y pedirle perdón arrastrarse si era necesario cuando se levantó salió volando un papel y cuando comenzó a leerlo sintió que comenzaba a faltarle el aire.
                Lucas:
Nunca pensé que volvería a pasar por lo mismo otra vez pero al parecer el amor no quiere nada conmigo y no lo obligare a nada, contigo pase los mejores meses y fuiste lo más lindo que me paso en la vida y te deseo lo mejor del mundo junto a Amaia yo desapareceré de tu vida e intentare arrancarte de mis pensamientos y de mi corazón no será fácil pero cuando se pierde la confianza en la pareja es mejor desistir tú ayer no confiaste en mí y cuando llegue a explicarte que todo fue un mal entendido tú ya habías tomado la decisión de sacarme de tú vida sin ni siquiera darme el beneficio de la duda y te metiste con la primera mujer que se cruzó en tu camino y esa mujer era una “amiga” que ya antes me había traicionado nunca me lo espere de ti después de todo lo que te conté, pero yo no soy quien para condenarte te quiero y te deseo lo mejor del mundo siempre tendrás un lugar privilegiado en mi corazón pero solo te pediré un favor no me busques más sigue con tu vida como yo intentare continuar con la mía
 Un beso, hasta siempre
Amaranta.  
Lucas lloraba en silencio no podía ser que su mujer haya creído que se acostó con Amaia, pero no podía echarle la culpa él primeramente no le había dado la oportunidad de explicarse pero los celos fueron más fuertes. Levantándose se ducho para borrar el olor a trago y fue al dpto. de Amaranta pero no fue ella quien le abrió sino su “amiga”.
-Buenos días guapo.
-Ahórrate las molestias ¿Dónde está Amaranta?
-Pues anoche después de encontrarnos en la cama y echarme de tu dpto. volvió por una maleta y se fue pero no sé a dónde.
-¿Cómo no sabes a dónde fue? Y yo no me acosté contigo de eso estoy muy seguro.
-Bueno jamás me habían olvidado tan rápido, ahora sé porque mi amiga te cuidaba tan bien eres un monstruo en la cama.
-¿Así? Y dime una cosa si tú dices que te acostaste conmigo permíteme hacerte una pregunta ¿De qué tamaño es mi pene?.-dijo si no le acertaba había alguien con peligro de morir.
-Bueno es bastante normalito para un chilenito pero después de Nicolás….bueno tú me entiendes.
-Lo sabía eres una puta despreciable no te basto hacerle daño durante los 6 años que vivió contigo en España y despojarla de la poca autoestima que le quedaba y ahora vuelves a hacerle daño pero permite decirte una cosa yo jamás me acostaría con una mujer como tú porque primero que nada no eres ni la mitad de mujer que ella y me calienta menos que sol de invierno….
-Pero igual te acostaste conmigo.-dijo interrumpiéndolo
-No yo no me acosté contigo porque mi pene “cariño” no es normalito si me hubiera acostado contigo no te habrías podido sentar en una semana puta ahora dime donde esta Amaranta.
-No lo sé pero a mí no me vengas a gritar tú solito la echaste de tu lado ahora tengo cosas que hacer.- dijo mientras le cerraba la puerta en  la cara.-
Lucas tenía muy claro si iba donde sus padres lo más seguro era que lo hacharan antes de poder verla, pero en el amor y en la guerra todo vale, así que se encamino a la casa de los Martínez, pero al asomarse por el pasaje no vio el auto sus esperanzas se desvanecieron y todo quedó confirmado cuando hablo con la mamá de Amaranta.
-Pues no mi niño ella llamo hoy en la mañana diciendo que su jefe la había enviado a Argentina por una campaña y no dijo cuándo volvería quizás después de algunos meses.
-¿Argentina? No me lo puedo creer.
-Yo pensé que tú lo sabias.
-Bueno parece que su hija se olvidó de decírmelo pero gracias señora.
-No dejes de luchar por ella mi niño nunca la había visto tan enamorada no hagas que se repita la historia.
-Se lo prometo.

Pero ese día fue también a la agencia solo para enterarse de que ella había dimitido, paso todo el día buscándola por todas partes, pero fiel a su palabra ella desapareció de su vida…   

viernes, 25 de abril de 2014

Hazme olvidar!

Capitulo 37
Lucas quiso retirar esas palabras apenas salieron de su boca al ver la cara de perplejidad de Amaranta, pero no pudo ya que las puertas del ascensor se cerraron y su corazón estaba hecho trizas ni pensar que esa noche la tenía planeada sólo para ella, pero nada había salido como quería y ahora ella estaba ahí arriba con ese idiota que tenía como jefe, porque ella lo había traicionado porque no podía mantenerse alejada de su jefe, o a lo mejor siempre fue una buena mentirosa, no esa no era su mujer o sí? Ya no sabía que pensar lo mejor era irse a su casa y intentar olvidar a esa bruja.
Nicolás no podía creer lo rápido que había sido apartar a Amaranta ese tonto era muy fácil de engañar mientras la veía alejarse de él para explicarle que todo era causa de su imaginación tomo su celular y marco el número de Amaia
-Dime guapo.
-Ya está hecho ese medicucho es muy tonto, creo que hoy necesitara que alguien lo consuele.
-¿Enserio? Hay que pena por la pobre Amaranta, pero dile que no se preocupe yo lo cuidaré por ella.
-Yo cumplí con mi parte ahora cumple tú con la tuya.
-Por supuesto a penas lo escuche llegar iré a verlo.
-Bien- dijo-.
Cortó la llamada y fue a ver a Amaranta pero no había ni rastro de ella, seguramente lo había seguido, bueno mañana hablaría con ella hoy era una noche para celebrar silbando se fue de la oficina.
Amaranta no supo cómo llego a su dpto. pero lo hizo quería lo único que quería era ir corriendo al dpto. de Lucas pero después se lo pensó mejor y decidió que le daría la noche para pensar en la manera despectiva que la había tratado, sí eso haría ahora se iría a dormir ya en la mañana lo encararía y lucharía por él como tenía que haberlo hecho, mientras al otro lado de la pared.
Lucas lo primero que hizo cuando llego a su casa tomo la primera botella de Vodka y se la mando al seco cuando estaba casi por terminarla sonó su timbre e inmediatamente pensó que podía ser su bruja y no quiso abrir pero fue tan insistente que con un suspiro se levantó a penas ya que el Vodka empezaba a hacer efecto estaba dispuesto a echarla de su casa pero se llevó una sorpresa al ver que no era Amaranta sino Amaia quien tocaba su puerta.
-Hola guapo.
-¿Qué quieres?
-Nada solo pasaba a ver como estabas.
-No estoy bien así que vete.
-¿No quieres compañía?
-No la tuya mucho menos.-dijo alejándose de la puerta, gran error ya que Amaia lo aprovechó ese instante para entrar-. Vete hoy no quiero ver a nadie
-Ni siquiera quieres el consuelo de una amiga.-dijo mientras le recorría el torso con las uñas.- yo podría ayudarte.
-¿Así y cómo?
-Muy fácil dándote una noche que ella nunca te dará.
Lucas la miro y no supo si fue el trago la pena o simplemente que quería pagarle con la misma moneda a Amaranta pero se escuchó decir.

-Entonces hazme olvidar.-eso fue todo lo que necesito Amaia para ponerse manos a la obra……………

lunes, 21 de abril de 2014

Problemas!

Capítulo 36
Después de levantarse y ducharse Nicolás dejo el dpto. de Amaranta sin despedirse de Amaia que se había vuelto a dormir después de haber repasado muy bien su plan y de sellar su pacto son sexo desenfrenado, se aprovecharía de la campaña que tenía que llevar a cabo con Amaranta para empezar el camino de seducción, llego a la oficina con un aura de optimismo y espero a que Amaranta llegara a su oficina ya que no había vuelto a su dpto. seguro que había ido a tomar desayuno con el medicucho ese.
-Señor.-dijo su secretaria mientras se asomaba por la puerta.- el señor Dominguez lo espera.
-Dile que pase.
-Claro.
Nicolás espero a que entrara su amigo Miguel se conocían desde la universidad y con esa campaña Amaranta volvería a su vida y lo más importante a su cama, su mente divago en las diferentes posiciones que quería poseerla hasta que su amigo decidió interrumpir.
-¿Supongo que es una mujer la que te tiene con cara de tonto?.
-Pues claro que si amigo mío, tu sabes que las mujeres son mi única debilidad.
-Pero por tu cara ella no es una más del montón.
-No te juro hombre que ella es única.
-Tú sabe que para mí no existe nadie mejor que mi mujer.
-Si ya lo has dicho un millón de veces y nadie se compara con la belleza de Marianne, pero Amaranta se le asemeja bastante.
- Amaranta lindo nombre.
-Linda mujer también y que es lo que te trae por aquí.
-Bueno ya te dije el otro día que tú agencia se ganó la licitación y ahora te traigo la información que necesitas.
-Bueno manos a la obra.
Se introdujeron en un mundo de tecnicismos de la publicidad. Amaranta subió corriendo a su despacho solo para no verle la cara a su jefe aún se sonrojaba pensando en cómo lo había encontrado esa mañana y no quería volver a verlo durante un tiempo, pero hoy empezaba a trabajar con él por la nueva campaña de la cual cuando se despidió de Lucas esta mañana no le dijo nada y con eso tenía más que asegurada una pelea, ya que le había dicho que pasara a buscarla su trabajo o se apuraba y terminaba antes de que él llegara o esto terminaría muy mal. La mañana paso sin contratiempos estaba a punto de salir a almorzar cuando Nicolás la llamo a su despacho para empezar con la campaña no le quedó más remedio que ir y trabajar lo más rápido posible.
-Buenas tardes don Nicolás.
-No me gustan los formalismos Amaranta y lo sabes.
-Perdón.
-Bueno adelante como sé que era tu hora de almuerzo y pedí algo para comer por mientras trabajamos.
-Bueno me parece.
La tarde la pasaron buscando información, buscando las mejores propuestas y no se dieron ni cuanta cuando poco a poco el edificio fue quedando sin personal ninguno de los dos se había fijado en la hora hasta que sonó el teléfono de Amaranta en la pantalla aprecio una imagen de Lucas como dios lo trajo al mundo.
-Hola cariño ¿Dónde estás?
-En la agencia aun, ¿y tú?.
-En tú oficina a menos que te hayas hecho invisible no te veo.
-Es que no estoy en mi oficina estoy en la oficina de don Nicolás.
-¿Qué haces ahí?.-grito tan fuerte que Amaranta tuvo que alejar el teléfono-.
-Trabajando.-dijo un poco más alto-. Que otra cosa puedo estar haciendo.
-Nada perdón.-dijo.- es que no me gusta que estés con él.
-Ya si igual me queda poco espérame ahí en unos 5 minutos estoy por ahí.-dijo mientras miraba a Nicolás buscando su aprobación, este asintió con la cabeza-.
-Si en 5 minutos no estás aquí yo mismo te voy a buscar.
-5 minutos.
Eso era lo que Nicolás necesitaba para poner en marcha su plan se acercó sigilosamente a ella por la espalda mientras aun hablaba con ese medicucho, cuando ella se dio vuelta la tuvo en sus brazos otra vez.
-Nicolás suéltame.
-No hoy lo que viste fue un gran error.
-¿Qué fue un error?.
-Si yo no sabía quién era esa mujer te lo juro.
-Lo que usted haga con su vida privada es asunto suyo.
-No quiero que me veas como alguien que usa a las personas.
-Como le dije eso es asunto tuyo Nicolás ahora suéltame.
-No hasta que me digas que me crees.-dijo acercándose peligrosamente a su cara.-
-Qué bonito me encanta como trabajan.-dijo la voz de Lucas desde la puerta-.
-Lucas esto no es lo que parece te lo juro.
-Te di 5 minutos y mira cómo te encuentro…mejor los dejos solos.
-No espérame.-grito Amaranta.-Lucas!
-Vete sigue con él.
-No mírame y dime que me crees capaz de traicionarte así.
-Lo estabas haciendo…anda sigue con lo que estabas haciendo yo me voy no me sigas.-la miro y dijo.-Das pena vuelve con ese viejo.

Amaranta se quedó de piedra cuando escucho esas palabras de la boca de su Lucas y lo dejo marchar porque si él la creía capaz de traicionar así su amor entonces no valía la penas luchar.