Capítulo 29
Lucas se sentía como una presa a punto de ser devorada, esa
mujer desde que la vio parada en frente de la puerta no le cayó bien había algo
en ella que no le inspiraba confianza, porque por belleza no se quedaba, pero
para él en estos minutos no había nadie más bello que su “bruja” y que ella en
estos minutos estuviera marcando terreno lo ponía como una moto.
-Cariño.-dijo mientras la tomaba
por la cintura.- Yo no sabía quién era y solo estaba siendo amable.
-Sí, lose pero es que no la había
reconocido, pero por amiga mía que sea tú eres mío..-dijo mientras le daba un
beso-.
-No tienes nada que temer conmigo
guapa me ha quedado más que claro que este guapetón es tuyo y vengo en son de
paz, me tendrías que recibir con los brazos abiertos, no me pegue un viaje tan
agotador para ver a mi amiga he irme.
-¿pero y tú trabajo?, ¿tú novio
Alberto?.
-Mira ese idiota no me va ni me
viene porque lo encontré con su secretaria montándoselo de lo lindo en su
oficina y por mi trabajo bueno he pedido vacaciones que bastante falta me hacían.
-¿Te enojas con Alberto por
haberlo pillado montándoselo con su secretaria? ¿y tú acaso se te olvida ese
noche antes de mi regreso a Chile te
fuiste con ese Argentino?, no me trago
que fuiste a juagar a las cartas.
-Si pero la diferencia está en
que nadie me pillo, yo lo vi y eso fue lo que dolió, porque conoces el dicho
ojos que no ven corazón que no siente.
-Sí, claro como tú digas y ¿Dónde
piensas alojarte?
-En ningún hotel encontré nada, podrías
tú alojarme por un día, he traído la colada justa.
-¿Colada?.-dijo Lucas intrigado.-
-Lucas así le dicen los españoles
a su equipaje.
-Oh cariño porque no vas a
instalar a tú inquilina y luego vienes para darte mi sorpresa.
-Bueno yo te alojare pero sólo
por 1 semana.
-Ay yo te adoro mujer.
Amaranta ayudo a entrar a su dpto. a su inquilina parece que
nada salía como quiera ahora porque primero su jefe y ahora la llegada de Amaia,
lo único que quería era perderse en los brazos de Lucas y no salir jamás de
ahí.
-Oh guapa me gusta mucho tu casa,
con todos estos chiches antiguos siempre te gustaron las cosas antiguas, no me
extraña que te fijaras en ese guapetón que tienes como vecino, dime por favor
que ya te lo tiraste, sino hare la vista gorda y me lo serviré yo para probar
la carne Chilena.
-Mira Amaia lo que yo haga o deje
de hacer con Lucas no es asunto tuyo, y te lo advierto por última vez mantente
alejada de él ¿me escuchaste “guapa”?.-dijo muy cerca de la cara de Amaia.-
-Claro como el agua y si tienes razón
eso no me incumbe, ¿no tiene hermanos?.-dijo en un tono que a Amaranta no le pareció
muy convincente.-
-No y ahora te dejo para que para
que te acomodes espero que el dormitorio sea de tú agrado.
-Sí, claro ya me las arreglare.
-Ok cualquier cosa me avisas en
la despensa hay cosas para comer yo estaré al lado.-estaba desesperada por ir a
ver a Lucas.-
-Bueno pásatelo bien.
Amaranta llego a la puerta de Lucas y descubrió que estaba
abierta, llevaba las sorpresas para Lucas en sus manos pero estas tendrían que
esperar ya que tenía una necesidad imperiosa de saber que Lucas todavía era
suyo, lo vio cortando verduras y lo abrazo por la espalda.
-Mmm que rico olor.
-Te dije que te sorprendería.
- Y eso me gusta.-dijo mientras
le empezaba a recorrer con las manos su plano abdomen hasta llegar a su gran
paquete, no le sorprendió encontrarlo medio erecto.-parece que alguien me ha echado
de menos o tal vez es por mi nueva inquilina.-dijo mientras le daba un pequeño apretón.
-Escucho celos en tú voz, pero
claro que eres tú y sólo tú la que me pone a cien, ¿Cómo te lo puedo
demostrar?, ah ya sé si te lo demuestro aquí mismo.-dijo mientras se daba
vuelta y le devoraba la boca.
La olla quedo olvidada mientras la llevaba hasta su cama y
empezaba a sacarle la ropa con una rapidez que a ambos los asombro, cuando
estuvieron completamente la hizo ponerse a horcajadas en su regazo donde su
potrillo ya la esperaba, en esa posición era más fácil para Amaranta y se sumergió
en el paraíso, Amaranta empezó a moverse con movimientos pausados disfrutando
de la sensación de sentirlo en lo más profundo de su ser, por su lado Lucas le
acariciaba esos pechos que pedían a gritos su atención la hizo inclinarse un
poco y capturo un dulce pezón entre sus dientes, su sabor era único y con la
otra mano jugueteaba con el otro pezón y cuando los movimientos de Amaranta
incrementaron su velocidad bajo una mano hasta encontrar la perla de su placer
la comenzó a acariciar porque él ya no daba más no fueron necesarias muchas
caricias para verla alcanzar el placer y sólo ahí se permito el suyo. Cayendo
de espalda y arrastrándola con él.
-Quiero que siempre sea así.
-Mmm yo también mi bruto sólo
contigo.
-¿Y qué paso con mi sorpresa?.
-Lo mismo pregunto por la mía.-dijo
mientras le pellizcaba el trasero.- creo que esa amiga tuya fue una mala distracción.
-Sí, lose pero no puedo echarla
lo que me molesta algunas veces es su actitud, pero ella me ayudo cuando más lo
necesitaba, pero después de que la encontré con el hombre que yo salía le perdí
toda la confianza.-dijo mientras levantaba la cabeza para darle un beso.- Por
eso no te quiero ni a dos metros de ella porque en ti confío en ella no, no
hagas que me decepcione con la decisión que he tomado porque te corto todo tu
orgullo.
-No tienes que preocuparte por mi
parte, pero estoy seguro que esa española va a ser una amenaza para los hombres
Chilenos…
Al otro lado de la pared una Amaia muy emocionada tramaba la
mejor manera de conseguir otra vez quitarle el noviecito a su “amiga”, pero por
lo visto este sería un poco más complicado que el resto…..
jesus pero que mala es la amiga espero que lucas no aga algo de lo que se tenga que arrepentir
ResponderEliminarEn todos lados existen mujeres así. y bueno sólo hay que esperar que Lucas no haga algo de lo que se pueda arrepentir.
Eliminarsaludos!
pero que perra esa imvecil no es amiga es una zorra perdon pero odio la poca lealtad la amistad es muy valiosa
ResponderEliminarOdie a la amiga!!!! si es que se le puede llamar AMIGA. Espero que Lucas no haga nada de lo cual se tenga que arrepentir
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