viernes, 28 de febrero de 2014

Debilidades

Capítulo 22

Lucas lo único que sintió al despertar fue un terrible dolor de cabeza ni siquiera abrió los ojos y se quedó ahí pensando, haberse ido de juerga la noche anterior con el afán de intentar olvidar a Amaranta no había sido su decisión más acertada, después de un  par de tragos junto a sus amigos de lo último que se acordaba  era una mujer sentada al lado suyo, seguramente alguno de sus colegas lo había llevado a su casa hoy como hace una semana la llamaría todo el día para pedirle perdón y que estaba más que dispuesto a seguirla al fin del mundo, pero cuando estaba a punto de levantarse sintió una pierna suave al lado suyo y como un rayo se levantó.
-¿Quién eres tú?.-susurro y ahí se dio cuenta que estaba en ropa interior y la mujer de la cama solo con unas diminutas prendas.-
-¿Ahora me desconoces? “bichito”.-dijo melosa-.Después de lo de anoche.
-Dime que no hicimos nada dímelo por favor.-susurro pálido no podía creer como había terminado una mujer en su cama, y si Amaranta había elegido justo esa noche volver no tendría nada que hacer para que volviera con él-.
-Me encantaría decir que paso algo que valiera la pena recordar, pero aparte de unos locos besos no fuiste capaz de levantar a ese pequeño soldado que tienes y no paraste en toda la noche de llamarme por el nombre de una tal Amaranta que claramente es la mujer que te tiene bien agarrado de las pelotas.
-Oh Dios mío! No te creo, ¿de dónde nos conocemos?.
-¿Es enserio? Del bar donde anoche me prometías una noche que jamás olvidaría, noche que jamás paso.
-Oh mi Dios! Que he hecho serias tan amable de hacer abandono de mi dpto. o ¿te debo algo?.
-Que!.-chillo.- no soy ninguna puta, de todos los hombre que estaban anoche en el loca me tenía que topar contigo con razón esa tal Amaranta te dejo.
-No hables de lo que no sabes y ahora por favor fuera de mi casa.- Al ver que ella no se movía grito.-AHORA!.
-Ya voy que genio por dios.
Cuando esa mujer se fue de su casa, fue hacia el balcón y escucho los acodes de Elvis Presley y supo que ella había vuelto poco le falto para volverse loco pensando donde podía estar, ya sabía que sus padres vivían en San Bernardo pero como ella no le contestaba el teléfono, no sabía qué hacer para escuchar su voz otra vez pero no le quedaba más que esperar que ella decidiera volver, y ahora si ella había escuchado algo no tendría cara para pedirle que volvieran a intentarlo….que fuera su polola.
Cuando abandono su dpto. Choco directamente con ella afirmándola por la cintura y su libido se disparó como un cohete.
-Miren quien nos honra con su presencia, ¿Dónde te habías metido mujer?.
-Perdón tú no eres nadie para pedirme explicaciones, hace una semana dejaste muy claro que no querías tener nada que ver conmigo y yo no le ruego nada a nadie.
-He estado muy preocupado por ti, ¿Viste al menos los mensajes que te deje?, no contestabas mis llamadas y después de como termino ese día estaba preocupado por ti.-dijo mientras le acariciaba la cintura, se negaba a dejarla ir.- me estuve volviendo medio loco por ti.
Amaranta ya había escuchado mucho mentiras de su “bruto” si la había echado de menos tanto ¿Por qué estaba con otra mujer ayer en su casa?, cuando una persona se interesa por otra se supone que dejan de interesarles las demás mujeres, pero la suerte de Amaranta era única porque siempre terminaba con hombre que cuando no tenía su afecto la reemplaza muy rápido por cualquiera pero eso se acabó si él podía olvidarla así de rápido ella sería más rápida aun, ya que sabía que usar un tercero no era una muy buena idea, pero su traición le había nublado todos los sentidos y cuando anoche sonó su teléfono no dudo en aceptar la invitación de su jefe en salir a tomar una copa y sabiendo que eso no le gustaría para nada a Lucas no dudo en aceptar quería pagarle con la misma moneda, ya que ella venia dispuesta a todo ayer y de nada le sirvió.
-Si claro tan loco que anoche la puta que trajiste a tú casa dejo muy claro lo mucho que me echabas de menos, deja de decir mentiras y déjame ir a trabajar…..¿Por favor?.
-No es lo que tú piensas no pasó nada con esa mujer te lo juro por dios.- susurro ya sabía que no podía haber tenido más mala suerte, pero ahora de nada le servían las lamentaciones.-Tienes que creerme.
-No puedo ni quiero y además a mí no me debes explicación alguna, tenías razón tenemos que ser capaces de rehacer nuestras vidas y me alegro de que tu dieras el primer paso.-mintió, nunca le había dolido tanto en su vida decir una mentira-. Ahora si me sueltas poder seguir yo con la mía.
-Esta conversación no ha terminado Amaranta yo no me acosté con esa mujer y te lo demostrare.
-Si como sea hasta luego.
Desapareció por el ascensor dejándolo solo con sus pensamientos, hace una semana había dado lo que fuera para no estar cerca de esa mujer y ahora lo pensar era en cómo  hacer que ella le creyera que no se había acostado con esa mujer de la cual no sabía ni su nombre no sabía cómo había podido caer tan bajo.
Cuando Amaranta llego a la oficina pasó al baño para retocarse el escaso maquillaje para que no se le notara que había llorado todo el trayecto a su trabajo otra vez por culpa de un hombre porque seamos sinceros a los hombres la cosa del sexo le funciona en otro sentido mientras tengan un lugar donde meter el pene ellos son felices. Trabajó todo el día como de costumbre y cuando llego la hora de salir su guapo jefe que ese día lucía un terno que le  quedaba como un guante se pasó por su oficina y le pregunto
-¿Te vienes conmigo o iras en tu auto bonita?.
-Hola jefe si no te molesta me puedes llevar es que ando en el auto de mi papa y quede un poco justa con la vecina así que mañana me lo llevaría a llenar el estanque.
-Claro preciosa ningún problemas…¿Nos vamos?.
-Si voy.
Cuando llegaron al pub era muy tranquilo y Amaranta con el despecho que llevaba encima decidió llevar a cabo su plan, pero primero se tomaría los tragos que le darían la confianza que necesitaba en ese minuto, ya en el tercero estaba relajada y empezó con lo que tenia en mente.
-Jefecito lindo serias tan amable de llevarme a casa, ¿por favor?.
-Por supuesto Amaranta no tengo ningún problema.
Cuando se pusieron de pie Amaranta perdió un poco el equilibrio y su siempre atento jefe la tomo por la cintura y cuando lo miro para darle las gracias le sorprendió ver la chispa de deseo en sus ojos.
-Gracias ya estoy bien.
-¿Segura?.
-Si vamos a mi casa porque mis pies no dan más con estos tacos.
-Si pero te hacen parecer sexy con ellos puestos.-Nicolás siempre había tenido un fetiche con los zapato y verlos en esas piernas no le ayudaban de mucho a su libido.
-Gracias ¿nos vamos?
-Claro vamos
Cuando salieron del ascensor el ambiente se notaba muy tenso entre ellos, pero cuando Amaranta fue a abrir su puerta la llave se le cayó, agachándose por ella choco directamente con su jefe y este dijo.
-¿Tu no estas saliendo con nadie?
-No, ¿Por qué?
-Porque yo. Yo queriasabersiquieressalirconmigo.
-Que dijiste más lento para que lo pueda entender.-dijo con una sonrisa-.

-Dije que si querías salir conmigo………

1 comentario:

  1. la vengansa de una mujer despechada da miedo y el pobre lucas la va a sufrir jajajjaj muy buen capitulo

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