Capitulo 37
Lucas quiso retirar esas palabras apenas salieron de su boca
al ver la cara de perplejidad de Amaranta, pero no pudo ya que las puertas del
ascensor se cerraron y su corazón estaba hecho trizas ni pensar que esa noche
la tenía planeada sólo para ella, pero nada había salido como quería y ahora
ella estaba ahí arriba con ese idiota que tenía como jefe, porque ella lo había
traicionado porque no podía mantenerse alejada de su jefe, o a lo mejor siempre
fue una buena mentirosa, no esa no era su mujer o sí? Ya no sabía que pensar lo
mejor era irse a su casa y intentar olvidar a esa bruja.
Nicolás no podía creer lo rápido que había sido apartar a
Amaranta ese tonto era muy fácil de engañar mientras la veía alejarse de él
para explicarle que todo era causa de su imaginación tomo su celular y marco el
número de Amaia
-Dime guapo.
-Ya está hecho ese medicucho es
muy tonto, creo que hoy necesitara que alguien lo consuele.
-¿Enserio? Hay que pena por la
pobre Amaranta, pero dile que no se preocupe yo lo cuidaré por ella.
-Yo cumplí con mi parte ahora
cumple tú con la tuya.
-Por supuesto a penas lo escuche
llegar iré a verlo.
-Bien- dijo-.
Cortó la llamada y fue a ver a Amaranta pero no había ni
rastro de ella, seguramente lo había seguido, bueno mañana hablaría con ella
hoy era una noche para celebrar silbando se fue de la oficina.
Amaranta no supo cómo llego a su dpto. pero lo hizo quería lo
único que quería era ir corriendo al dpto. de Lucas pero después se lo pensó mejor
y decidió que le daría la noche para pensar en la manera despectiva que la había
tratado, sí eso haría ahora se iría a dormir ya en la mañana lo encararía y lucharía
por él como tenía que haberlo hecho, mientras al otro lado de la pared.
Lucas lo primero que hizo cuando llego a su casa tomo la
primera botella de Vodka y se la mando al seco cuando estaba casi por
terminarla sonó su timbre e inmediatamente pensó que podía ser su bruja y no quiso
abrir pero fue tan insistente que con un suspiro se levantó a penas ya que el
Vodka empezaba a hacer efecto estaba dispuesto a echarla de su casa pero se llevó
una sorpresa al ver que no era Amaranta sino Amaia quien tocaba su puerta.
-Hola guapo.
-¿Qué quieres?
-Nada solo pasaba a ver como
estabas.
-No estoy bien así que vete.
-¿No quieres compañía?
-No la tuya mucho menos.-dijo alejándose
de la puerta, gran error ya que Amaia lo aprovechó ese instante para entrar-.
Vete hoy no quiero ver a nadie
-Ni siquiera quieres el consuelo
de una amiga.-dijo mientras le recorría el torso con las uñas.- yo podría ayudarte.
-¿Así y cómo?
-Muy fácil dándote una noche que
ella nunca te dará.
Lucas la miro y no supo si fue el trago la pena o
simplemente que quería pagarle con la misma moneda a Amaranta pero se escuchó
decir.
-Entonces hazme olvidar.-eso fue
todo lo que necesito Amaia para ponerse manos a la obra……………